Yo sabía que a mi hijo de primaria le gusta dibujar, y que podía estar frente a la computadora un buen rato. Sin embargo, la cantidad de dibujos que ví realmente me asombró. El colorido, la temática, el hecho de que cada pintura tuviera un nombre artístico, y la calidad de cada obra me hicieron sentir orgulloso. Y todavía más, sabiendo que estaban hechos usando únicamente PAINT (que aprendieron a usar sólos mis hijos) y el mouse. Definitivamente tiene un don que a mí no se me da. Este asombro y orgullo me hicieron acordar de otros niños. Uno de ellos lo conocí en una película llamada Billy Elliot, la cual trata de un niño que tiene un gusto y un don: es excelente para el baile; y tras un enorme esfuerzo y decisión contra el rechazo de su padre, por fin logra su aceptación y apoyo para cumplir su sueño de convertirse en bailarín de ballet. Del otro niño que me acordé, todos conocemos su trabajo. Era un niño que tenía dificultades para hacer amigos, introvertido e inseguro. Un niño que que ayudaba a su papa en la peluquería y que tomo un curso de dibujo por correspondencia y apenas lo aprobó. Este niño, cuya maestra de kinder le dijo que iba a ser un gran artista, creció y nos regalo sus dibujos e historietas. Estoy hablando de Charles Schulz y sus personajes Carlitos, Lucy, Schroeder, Linus, Marcie, Woodstock, Pig Pen, Sally, ReRun, Franklin, Peppermint Patty y sobre todos Snopy. Estas historias y personajes nos hicieron reir de niños y grandes; y con los cuales Schulz se hizo multimillonario.
Quiza mi hijo sea el próxima Charles Schulz, Picasso o Dalí. O sea doctor, mecánico o sacerdote. Mi trabajo es apoyarlo; apoyando su presente apoyo su futuro. |
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