Es alarmante la gran cantidad de material pornográfico que se distribuye ya no sólo en revistas o películas, ahora también abarca los medios digitales y por lo mismo es mayor la facilidad con que se tiene acceso a este, lo que ha provocado un aumento en quienes la consumen, contándose a personas cada vez más jóvenes. La producción de material pornográfico es abundante porque abundante es la demanda; quien consume pornografía directamente está contribuyendo a promover un comercio nefasto donde por lo menos hay tres implicados: el que produce, el que se exhibe y el que consume. Este es pues un tema delicado pero del que es necesario hablar por sus múltiples efectos negativos y por la huella tan profunda que deja en quien la ha consumido por mucho tiempo, ya que como sabemos al igual que el alcohol y las drogas se puede volver un vicio del que es muy difícil librarse. A continuación te mostramos los efectos nocivos a nivel psicológico y social que tiene el consumo de pornografía. Afectación Psicológica Un estudio realizado demuestra que el consumo continuo de pornografía hace que los jóvenes tengan un sentido exagerado y deformado de la sexualidad humana, que acepten la idea de que la promiscuidad es normal, que devalúen su dignidad, que piensan que el amor queda relegado en la intimidad donde solo importa la pasión y les hace creer que el matrimonio es una limitante. Existe una vinculación psicológica entre la pornografía y la violencia sádica. La pornografía es ya en sí misma altamente agresiva para la salud psicológica. En el peor de los casos, puede actuar como un agente de reforzamiento que deriva en agresiones sexuales graves como la pedofilia. Un mal para la sociedad En los niños y jóvenes la pornografía degrada la sexualidad, pervierte las relaciones humanas, se induce a la explotación de mujeres y niños, inspirando conductas antisociales y debilita la fibra moral de la sociedad. Texto tomado del artículo "Decadencia Moral" Misioneros Servidores de la Palabra No.23 |