La adicción a la pornografía es tan seria como la adicción a las drogas o el alcohol, llevando al joven consumidor a adentrarse en un material cada vez más explícito y perverso. La adicción a la pornografía puede producir falta de sueño, irritabilidad, bajo rendimiento escolar y conductas antisociales. Existe una relación directa entre ésta y la masturbación regular o compulsiva creando así un círculo vicioso que a la larga generará otros problemas, si no se corrige a tiempo. La pornografía siendo un desorden y vicio común, tiene su causa en la falta de higiene interior. Refleja la ausencia de una buena educación sexual, valores éticos y religiosos, formación espiritual, ordenación de deseos y canalización de las fuerzas instintivas. Se necesita romper con mentalidades y moldes manejados por una sociedad permisiva. Para ello hay que optar por una vida "casta". Una vida así, es mantener un corazón íntegro. La castidad bien entendida nos hace capaces de dominarnos a nosotros mismos. Educarse es crecer, madurar para el bien de si y de los demás. El reto más fuerte para ir contra la corriente es cultivar la fuerza de voluntad. Hay que evitar la adicción a programas negativos, que dañan tu personalidad y crean confusión en tus valores, mezclando fácilmente la verdad con la mentira, así también es muy importante desarrollar valores positivos en la vida. Sólo Dios puede colmar de alegría tu corazón, sediento de verdadero amor. La voluntad cuando es firme no sucumbe ante ninguna tentación. Debemos llevar a cabo la tarea de aprender, educarse, buscar el bien, elegir aquello que conviene para estar sanos interiormente. La pureza de corazón se logra a base de elecciones buenas, conocimiento, valores, cultivar una formación cristiana, en la honestidad, verdad, en el amor, en la sinceridad, etc. El que se experimenta amado no vive con compensación o búsqueda del placer por el placer. La sinceridad es una de las características que mejor definen a la persona integrada y bien realizada. El fruto de la sinceridad es la paz que se origina en el propio corazón, en el entorno y en las personas que nos rodean. Texto tomado del artículo "Decadencia Moral" Misioneros Servidores de la Palabra No.23 |
La pornografía cambia tu visión de los demás | Los niños y jóvenes ante la pornografía